INTRODUCCIÓN A ANGELOLOGÍA

21.07.2013 19:39
 

INTRODUCCIÓN A ANGELOLOGÍA

 

 

Salmos 91:11 "Pues a sus ángeles mandará a tomar cuidado de ti para que te guarden en todos tus caminos".

A través de la historia de la humanidad, la figura de los ángeles ha sido de gran interés, ya que se les ha relacionado, como intermediarios entre Dios y los hombres, y esto no sólo es válido para el mundo judeocristiano, sino que ha sido en todas las épocas y religiones que han existido en la historia de la tierra. Aunque los ángeles, durante un tiempo, casi llegaron a caer en el olvido, podemos decir que los ángeles no han pertenecido a una moda, religión o cultura; siempre han estado vinculados entre nosotros y el medio en el que habitamos, nos desarrollamos y reflexionamos. En este tiempo, en estos días de gran problemática mundial, se está viviendo el tiempo anunciado, en el que los hombres caminarán tomados de la mano nuevamente por los ángeles. No sabemos a ciencia cierta, si estas últimas palabras están en el momento de cumplirse, lo que sí es cierto, es que en todas las épocas de la historia de la humanidad, cuando los seres que pueblan la tierra se encuentran en disyuntivas de hambre y guerra, de disociaciones sociales o religiosas, a fin de cuentas, cuando ha sido necesario buscar el contacto con la divinidad esperada, se busca siempre el aspecto de un intercesor. Estos intercesores entre el hombre y la divinidad, sólo en pocas ocasiones han sido reales, la mayoría van desde visualizaciones mentales fantasmagóricas, hasta la creación de sinopsis inductivas basadas en la mercadotecnia y la comercialización que a fin de cuentas determinan el aspecto oportunista de algunos seres basados en las necesidades de otros. Pensando en lo anterior, es que es muy importante entender y conocer, quiénes realmente son los ángeles y qué papel desempeñan en nuestra vida, y sobre todo en nuestra época.

Lucas 12: 8-9. "Os digo pues, cualquiera que me confesare delante de los hombres, también el hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios. Al contrario, quien me negare ante los hombres, será negado ante los ángeles de Dios".

El mundo de los ángeles y su cultura, está entrando en nuestras conciencias en el mundo entero, ya que no hay un solo lugar en este planeta donde no se hable o se reporte de experiencias con estos seres de luz, estamos a bien decir que algunas experiencias son reales, pero otras tantas, son talvez el producto de una mente humana necesitada.

Los ángeles de todo tipo, me refiero tanto a seres de luz como a los de la oscuridad, están llegando a nosotros ahora, por existir un gran despertar de una conciencia mística y oculta, que a veces es positiva y que por desgracia en muchas ocasiones se ha tornado oportunista, perversa y sometedora; el gran incremento del amarillismo comercial, que sólo busca vender y formar niveles elevados de raiting, han procedido ha realizar una cultura de despertar del mundo de la oscuridad, agraviando totalmente las conciencias necesitadas de una explicación. Sin embargo, existen aún seres correctos y bien identificados, con una conciencia de armonía y amor, que luchan incansablemente por derrotar estas actividades que sólo han llevado al borde del colapso, la cultura de positivismo y lucha, todo esto ha sido acompañado por creaciones de nuevas sectas cristianas o islámicas, con producciones dañinas a un proceso de evolución. Al unísono del gran despertar de la oscuridad sobre la tierra, con su despertar de ángeles caídos gobernando las naciones, los ángeles de luz, que nunca se han retirado, regresan ahora con grandes potencias y dispuestos a enfrentar la lucha, no sólo para cuidarnos, sino para liberarnos de las ataduras del maligno y su creación sintética.

La cultura religiosa desde hace más de mil años, ha sido dirigida en un gran contexto por la iglesia católica, y es quien nos ha dado, la educación más tradicional, ésta nunca ha puesto en claro la forma en que se deberían venerar a los seres angélicos. Hace ya 2000 años, con la entrada del cristianismo y su herencia de la cultura judía, los precursores de lo que ahora conocemos como iglesia católica, llevaron la necesidad del culto angelical de Cristo, a una verdadera deificación, como está sucediendo en el tiempo actual. La iglesia católica primitiva dándose cuenta que venían los ángeles, a sustituir a otros 'dioses' y por otro lado, desplazando de alguna manera a la figura de Jesús El Cristo, se llegó a considerar todas estas acciones como paganas. Por lo que en el Concilio de Nicea en el año 325, la iglesia estableció en sus dogmas que los ángeles solamente eran intermediarios entre Dios y los hombres; fue hasta el año 343 en el Sínodo de Laodisea, cuando se prohibió totalmente el culto a ellos; sin embargo esto no pudo suceder realmente ya que el mismísimo San Agustín, llegó a declarar su fe en los ángeles, y el propio Papa Gregorio III realizó algunos escritos angélicos dentro de sus estudios.

En el año 787 el Séptimo Sínodo Ecuménico decidió prohibir la veneración católica al inmenso número de ángeles, dejando solamente en el santoral, a Miguel, Gabriel y Rafael, ya que estos aparecen literalmente en la Biblia. Cuando la iglesia estableció el santoral, a Gabriel se le festejó entonces, el 24 de marzo, a Rafael el 24 de octubre y a San Miguel el 29 de septiembre; es en 1969, durante una reforma del santoral, que se declara esta última fecha como el día para festejar a los tres. Sin embargo, la iglesia siguió estableciendo y aceptando la jerarquía que existe entre los ángeles, aunque realmente poco caso hace de ellos, sólo ocupando y transformando sus aspectos, para rodear o resguardar a sus nuevos dioses, los santos.

Desde que somos muy pequeños, nos han hablado de los ángeles, en especial de nuestro Ángel de la Guarda: "Ángel de la Guarda, dulce compañía…". Talvez como un apoyo psicológico, soportado por la terminología religiosa o la necesidad de los padres para cubrir los miedos que se presentan en la infancia. Así es cómo estos ángeles se vuelven nuestros compañeros y se convierten en una gran necesidad de nuestra vida diaria, no importando, talvez, algunos cambios en los pensamientos religiosos o arquetipos sociales.

Ahora, en tiempos difíciles, volvemos nuevamente a requerir de esos apoyos. Las grandes dificultades por las que cursa la humanidad en la actualidad, los grandes retos a los que nos enfrentamos y talvez, el gran incremento de todos los paradigmas ocultos y oscuros, que como profecías o el simple despertar de la oscuridad, con la que se ha teñido nuestras mentes; la gran necesidad del ser humano de estar protegidos, acompañados o incluso, el simple deseo de tener un contacto con planos superiores, ya, para que seamos salvados por una potestad divina, o tan sólo, para entrar en contacto con estos planos superiores, por una necesidad del ego o la vanidad humana. Sobre esta última característica, muy común del ser humano, se ha ido creando una moda con una gran desbandada de teorías, comentarios, cursos y personas diferentes que se dicen tener, o tienen, un contacto directo con el mundo angelical; literaturas muy variadas y hasta curiosas, que se pueden encontrar en todas las presentaciones y costos, en librerías, tiendas de auto-servicio y hasta junto a las cajas de cobro de los restaurantes. Algunos de estos libros han llegado a ser, incluso, grandes éxitos de venta, ya como novelas, o ya como métodos supuestamente fidedignos de cómo contactar con tu ángel. Hay incluso libros que hacen de los ángeles seres fantásticos de grandes producciones de ficción, bichos raros, mezclas raras y de diferentes esquemas artísticos de seres supuestamente, etéricos, que nadie realmente ha visto o puede comprobar. Algunos libros se encuentran muy convencionales, y hasta de bolsillo; otros, cargados de relatos, y algunos más, dando a conocer un proceso de investigación con tendencias muy directas y casi siempre sometedoras. Para algunos autores, los ángeles son hermosos seres alados asexuales, para otros, luces etéricas de hermosas proyecciones de colores o de apariencia fantasmal; para algunos otros autores, los ángeles son solamente seres juguetones que a veces se pueden materializar.

Los autores más connotados y con mayor conocimiento, talvez quisiera yo pensar, los cuestionan como pura energía en vibración, conteniendo concentraciones de energía cósmica con grandes poderes inconcebibles, por cierto, este aspecto es con el que más congeniamos en la Hermandad de la Luz de San Miguel Arcángel. Hay incluso autores que los declaran seres extraterrestres que nos visitan con el afán de ayudarnos a evolucionar y superarnos. Otros afirman que por la negativa conciencia de masa y las grandes influencias modernas del materialismo y la oscuridad existente en nuestros días, los ángeles son seres en peligro de extinción, como si fuesen para ellos, talvez, un producto de la irreal psicología humana.

Otros libros están llenos de invocaciones, canciones, sílabas o palabras raras de quién sabe qué tantos idiomas y sacados, no sé de dónde, con los que se les puede invocar; declaran usar, además, rituales mágicos de encantamientos, llenos de fórmulas, de velas y colores, perfumes e inciensos, con los que, afirman, se les puede atraer e incluso, invitar a entrar al hogar. Algunos libros presentan procesos de una mercadotecnia muy específica, un tanto fanática que aseguran, que así como los seres humanos tienen su propio ángel, también lo tienen los animales, las plantas, incluso cada flor de la planta, las casas, edificios, gobiernos, países, planetas, estrellas, signo zodiacales, años, meses, días y hasta hay un ángel para cada hora.

En contraste con la llamada 'angeleología moderna', la visión religiosa, católica, judía, islámica, etc. es más conservadora, así como en el verdadero estudio teológico y de la místico metafísica. Sin perder su etericidad, sencillez y transparencia, conserva y respeta del mundo de los ángeles, su misterio y misticismo, sobre todo en relación con el estudio de las enseñanzas ocultas, que tratan todas ellas, de borrar cualquier aspecto de fantasía, cuento, superchería, en fin, de teorías 'sacadas de la manga', de teoremas que no son más que el producto de mentes enfermas, o perversas, o mercantilistas, o incluso, simplemente, basadas en los conceptos de moda.

Tratando de llenar los conceptos de quienes con un sano deseo y una auténtica búsqueda del conocimiento real y heredado de quienes han logrado la Maestría en el conocimiento, y que con inquietud se preguntan acerca de estos seres celestiales, los Angelus, los mensajeros de Dios. Es por eso que la Hermandad de la Luz de San Miguel Arcángel, ofrece la visión que ha sido enseñada por nuestros Maestros, además de una búsqueda real y rigurosa de la original angelología, basando nuestros estudios hasta llegar a esta época, en tiempo y espacio, para dar las armas necesarias y liberar a los seres de la oscuridad que los ahoga.

Los ángeles han sido mencionados desde las primeras religiones de la antigüedad como seres excelsos, por lo regular, alados. En China, India, Egipto y Mesopotamia, había seres alados, dioses con alas que ayudaban a los hombres en su camino de la vida. Para los babilonios, era necesario tener un dios alado personal al cual rezarle para lograr la salvación y más que nada, la compañía para cruzar al lado oscuro desconocido. Más tarde, unos 2500 años A.C., en Persia, el Profeta Zoroastro, creador de la primera religión monoteísta (Zoroastrismo o Mazdeísmo) dedica 21 himnos a los ángeles y seres divinos. En el año 215 a 276 D.C. el Sabio Manes, creador del maniqueísmo, se dio a conocer como el Profeta de la Nueva Era, ya que un ángel lo nombró en una aparición que tuvo.

En la angelología hebrea se encuentra un sinnúmero de entrevistas angelicales, por lo que se puede decir que está muy poblada de visiones e intervenciones angélicas mandadas por Dios; misma tradición que es heredada al cristianismo y posteriormente al islamismo, que aunque con diferente retórica, conserva la misma magia divina de los ángeles. A principios de nuestra era, los ángeles cobran mucha importancia por un escrito que posteriormente se le nombra como uno de los Evangelios Apócrifos de los Apóstoles en el que se habla de la intervención de Siete Arcángeles. De la comparación de este texto con el del libro de Tobías del Antiguo Testamento, en donde el Arcángel Rafael menciona: "Soy Rafael, uno de los Siete Ángeles que siempre están dispuestos a penetrar en la Gloria del Señor" (Tobías 12:15), se forma una secta o sociedad llamada 'Los Angélicos' que llega a confundir la figura de Cristo Jesús con la de los ángeles y da una importancia tal a éstos en los rituales, que produce un gran fanatismo en el que los ángeles se hacen merecedores de los mayores reconocimientos y merecimientos en las oraciones de la humanidad. Resultado de esto es que durante los primeros Concilios Ecuménicos de Nicea, Éfeso y Calcedonia, los religiosos se dieron a la tarea de dividir y diferenciar estas figuras, haciendo entender que Jesús no es un ángel sino la encarnación del Verbo, y de igual manera implantan la ley teológica de 'no adorarás a los ángeles'.

En el Siglo IV a los ángeles católicos se les añaden alas como algo específico y propio de ellos, a manera de un símbolo de lo espiritual, lo ligero y lo etérico. La iglesia católica del S. V, en momentos cuando la fe cristiana era ya la religión oficial del Imperio Romano, exige que los ángeles no tomen un papel protagónico en las escenas religiosas, sino que sólo sean adornos, seres subordinados de Cristo o acompañantes de María, la madre de Jesús, a la que se le declara, a partir de ese momento, como su Reina.

El Segundo Concilio de Nicea, en el año 787, justificó el hecho de representar a los ángeles como simples criaturas aladas de gran belleza y con cuerpo etéreo y es hasta el Cuarto Concilio de Letrán, en el año 1215, en que quedó definida la naturaleza de los ángeles como seres reales, creados sin mancha y que gozan de completa espiritualidad, que subsisten con el alma sin necesidad de un cuerpo físico.

La visión que tenemos de los ángeles no es otra más que la interpretación de artistas, pintores y escultores de diferentes épocas a los que se les ha encargado la realización de algún cuadro o escultura, para lo que, se han tenido que dar a la necesidad de realizar estas obras según la cultura, la religión o secta que se los ha pedido. Por ejemplo, para Leonardo Da Vinci y para Miguel Ángel, entre otros, los ángeles eran como efebos del Renacimiento; si a los querubines se les contemplaba como infantes, eran pues bebés y el resto, tocando flautas o harpas con delicados trajes y excelsa belleza. Poco más tarde, si pasamos a la época del Clasicismo, llenos de una connotación social de guerras y dominaciones, los ángeles fueron vestidos como soldados españoles del S. XVI, armados de espada y listos para la conquista de América. Por no mencionar más estilos, podemos hablar de que artistas desde Leonardo, Fra Angélico, Tiziano, El Greco, Raphael, Rubens, Van Dyck, Rembrant, Delacroix, Manet, Gaugin, Van Gogh y hasta Chagall, desde Picasso hasta los más famosos pintores actuales, siempre tendremos visiones diferentes de cómo es un ángel; la verdad es que los ángeles los vemos como nos inspiramos. Las más reconocidas acciones de representación de un Arcángel son vestidos como soldado romano o con largas túnicas de seda, mantos rojos entre sus brazos y alas gloriosas de grandes aves, verdaderos Patricios Romanos con símbolos de poder, virilidad, sabiduría y sacralidad, realizando gestos extraños con las manos, representando en cada acción, una clave oculta que pocos han podido diferenciar. Así es como en el arte chino, hindú y hasta en la iconografía Sufi encontramos representaciones angélicas. En Mesopotamia encontramos grandes seres alados con barbas. En el Museo de Louvre, en París, Francia, se encuentra la figura de un ángel llamado la Victoria de Samotracia, que se cree fue esculpida en el Siglo II A.C., pero fue reconocida por la iglesia católica en Constantinopla hasta el Siglo IV. Incluso, antes, en la antigüedad, hará unos 4000 A.C., en la antigua Sumeria, específicamente en la Ciudad de Or, apareció una figura femenina alada, que vertía agua sobre la copa de un rey.

En relación a la gran variedad de ángeles que conocemos, la más clara, entendible y estudiada es la de Pseudo Dionisio, quien en el S. V clasificó a esta compañía en Nueve Coros: serafines, querubines y tronos; dominios, poderes y virtudes; principados, arcángeles y ángeles. Aunque existen muchas otras clasificaciones, ésta es, talvez, una de las más importantes, variando sólo en el nombre de alguna de ellas por simple efecto de traducción.

En las Sagradas Escrituras católicas, específicamente en la biblia, los ángeles se mencionan 273 veces, de los cuales 108 están en el Antiguo Testamento y 165 en el Nuevo. Para la religión católica, ya sea en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, se nos habla solamente de Tres Arcángeles: Miguel, protector de la cristiandad, que lucha contra el mal y expulsa del cielo a los rebeldes y es el encargado de pesar las almas ante el juicio del Padre; a Rafael, quien acompaña a Tobías en su viaje y por lo tanto, se le considera protector de los viajeros y peregrinos, es el que da la fe, el pescador de almas y el que devolvió la vista al padre de Tobías, y por lo tanto, el médico del cielo; y el Arcángel Gabriel que además de presentarse ante Isaías, también fue quien saludó a María, La Virgen, y le anunció que sería la madre de Jesús, la Encarnación del Verbo. Sin embargo, en un fresco descubierto en 1516, se observa que al lado de estos tres ángeles, que podemos llamar canónicos, hay otros 4 no bíblicos y da sus nombres: Jeudiel, Sealtiel, Baraquiel y Uriel y posterior a este hallazgo, se creó la Fraternidad de los Siete Arcángeles.

En el Islam, se hace mención 104 veces de la existencia de los ángeles en su libro sagrado, que es el Corán. El Islam, que es la religión de los musulmanes, creada por Mahoma, su Profeta, él mismo asegura que cuatro Arcángeles guardan el Trono de Alá y que todos los mensajes provienen de una misma fuente divina que es la Palabra de Dios, como en las Tablas de la Revelación o Libro Celeste, transmitido a Mahoma por el Arcángel Gabriel.

En las multitudes de sectas provenientes del cristianismo, encontramos a aquellos que creen en los ángeles y a otras que no les dan importancia, como por ejemplo, el fundador de la iglesia de Cristo, que luego tomaría el nombre de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Joseph Smith; conocidos como los mormones, asegura que en 1827, por las indicaciones de un ángel llamado 'Morony', descubrió un libro de jeroglíficos enterrado en un monte cercano, y que gracias a él, pudo publicarlo como el libro de Mormón.

Además contamos con los libros de los primeros angelólogos como son la 'Divina Comedia' de Dante Alighieri, poeta italiano que presenta a los ángeles como espíritus incorpóreos de total intelecto, creados inmortales por Dios. El 'Paraíso Perdido' del poeta inglés, John Milton. La extraordinaria obra 'El Mesías' de Händel que nos presenta el Aleluya como la revelación de la gloria de Dios en su Trono rodeada por una multitud de ángeles. Podemos decir de todas estas obras que reflejan un profundo conocimiento de la tradición judeocristiana, tanto externa como oculta sobre el tema de los ángeles.

Los ángeles son criaturas de Dios. En el Génesis leemos estas palabras: "En el principio Dios creó el cielo y la tierra" y luego se nos describe que además creó un mundo invisible compuesto de espíritus llamados ángeles. Nos habla de un ángel malo que pervierte a los hijos de Dios y que es arrojado del Paraíso por el Ángel Miguel. Por lo tanto denota la caída del hombre por el demonio y sus ángeles malos. Más tarde observamos ángeles presentes en la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto; Dios dijo a Moisés: "Alza tu bastón sobre las aguas del mar y córtalo en dos, para que los israelitas puedan pasar a pie seco", luego menciona cómo el Ángel del Señor iba al frente del pueblo en marcha, y luego, volando, se puso a la retaguardia y se colocó entre los israelitas y los egipcios para impedir que los últimos se acercaran.

También los ángeles están presentes en la destrucción de Sodoma y Gomorra; cuando Abraham despedía a los ángeles que le prometían un hijo, oyó la voz del Señor que decía: "Las iniquidades de Sodoma han llegado a su límite y voy a destruir esa ciudad". Observamos en estos pasajes las tiernas palabras de Abraham, que movido por la compasión, trata de intervenir por los culpables contestándole el Ángel del Señor que esto no es posible. En los pasajes de Lot, una vez sentado en la puerta de la ciudad, vio llegar a dos forasteros que eran ángeles en forma humana y éstos le dijeron a Lot: "Apresúrate a abandonar la ciudad con tu familia porque ha llegado la hora en que va a ser destruida". Más tarde los ángeles acompañan a Lot fuera de la ciudad con su mujer y sus dos hijas. La mujer de Lot volvió la cara para mirar la destrucción no haciendo caso a la prohibición expresa de los ángeles y quedó convertida en estatua de sal.

Cuando Abraham es llamado por Dios para sacrificar a su hijo Isaac, un ángel apareció. Cuando llamó a su hijo que ya tenía 25 años y se encaminaba hacia el lugar destinado para el sacrificio, cuando todo estuvo preparado y atado su hijo, listo para hacer el sacrificio, un ángel le gritó: "¡Detente Abraham!, no hagas daño alguno al joven. Ahora sé que temes a Dios puesto que por obedecerle, no perdonas ni aún a tu hijo único".

También el Ángel del Señor estuvo presente en el matrimonio de Isaac. Abraham, ya viejo, envía a un criado por la mujer que ha de casarse con su hijo y le dice: "El Señor enviará a su ángel delante de ti y así tendrás éxito en tu misión".

Ángeles en la visión de Jacob, hijo de Isaac. "Hallábase Jacob descansando una noche en el campo, cuando vio en sus sueños una escalera misteriosa que desde la tierra llegaba hasta el cielo; muchos ángeles subían y bajaban por ella, mientras en la parte más alta se apoyaba el Padre Eterno. Éste, dirigiéndose a Jacob, le habló…".

Balaam aparejó su burra y se puso en camino. Pero el Ángel del Señor se le atravesó en el camino con una espada desenvainada para impedir su propósito. En efecto, la burra se detuvo al ver al ángel. Entonces el Profeta golpeó al animal para obligarlo a caminar hasta que Dios le permitió al animal que hablara y dijera al jinete: "¿Qué te he hecho? ¿Por qué me pegas? En este instante Dios abrió los ojos de Balaam y pudo ver también al ángel. Le dijo el ángel a Balaam: "¿Por qué le has pegado a la burra? ¿Qué no ves que te he venido a proteger de un camino peligroso…? Balaam dijo al ángel: "No quise pecar, pues no sabía que estabas ahí. Si mi viaje te parece mal, ahora mismo regreso a casa". El ángel le respondió: "Sigue tu camino, pero en lugar de maldecir al pueblo israelita, lo bendecirás".

Un ángel predice el nacimiento de Sansón, libertador de Israel. Manoa, mujer estéril, a esta mujer se le apareció un ángel que le dijo: "Hasta ahora has sido estéril, pero vas a concebir y a tener un hijo. Tú no tomarás licores ni alimentos prohibidos y al niño no le raparás la cabeza porque será nazareno de Dios. Él comenzará la liberación de Israel del poder de los filisteos". El ángel de Dios se le presentó otra vez a la mujer cuando estaba en el campo y él le dijo cómo tenía que educar al hijo y cuando le preguntó su nombre, en las Escrituras dice: "Mi nombre es secreto".

Un ángel castigó la soberbia del Rey David. El ángel extendió su mano sobre Jerusalén para exterminarla pero Jehová, y complacido le dijo: "Basta por ahora, retira tu mano".

También un ángel ayudó al Profeta Elías en su huída del desierto. Después de que Elías caminó por el desierto y quedó fatigado y dormido, un ángel lo despertó diciéndole: "Levántate y come, si no el camino, será demasiado largo para ti".

Otro ángel defiende a Jerusalén para librarla de sus enemigos. Cuando el Rey Ezequías oró a Dios pidiendo ayuda para librarse de las manos enemigas, esa misma noche envió el Señor a un ángel que mató a 185.000 soldados asirios de los ejércitos de Senaquerib.

El Ángel Rafael acompaña en su viaje a Tobías y cura a su padre. Se habla de un ángel bajo la forma de un joven, que se ofrece a acompañar al joven Tobías en una caminata, y a su regreso, el ángel se encarga de ir a cobrar un dinero y posteriormente él mismo anuncia ser un ángel, uno de los Siete que trabajan para el Señor. También él mismo otorga una bendición para que se conduzcan sanos en el término de su viaje. Y se despide diciendo: "No teman, ahora me vuelvo al que me ha enviado; bendíganlo y publiquen sus maravillas. Y dicho esto desapareció".

Cuando Heliodoro en oposición al Sacerdote Onías entró al Templo a caballo con su guardia, pronto se arrepintió porque salió a su encuentro un jinete, un ángel cubierto de resplandeciente armadura de oro que echó por tierra a Heliodoro, el cual terminó pisoteado en el suelo y apaleado por dos jóvenes vigorosos (ángeles).

El Profeta Isaías tuvo una visión con dos ángeles "El año de la muerte del Rey Osías, vi al Señor, sentado sobre su Trono muy alto y magnífico. La orla de su manto llenaba el templo. Había dos Serafines junto a Él, con seis alas cada uno que se gritaban el uno al otro: 'Santo, Santo, Santo es el Señor Dios de los Ejércitos; su Gloria llena toda la tierra". Después menciona que uno de los Serafines voló hacia él y con una braza le tocó la boca quedando así quitada toda su iniquidad y perdonados sus pecados.

Se sabe de un ángel que libera de las llamas del horno de Nabucodonosor a los tres compañeros de Daniel. También un ángel interviene a favor de Daniel en una cueva de leones, y es posteriormente transportado milagrosamente por el mismo ángel.

Zacarías platica con un ángel. El ángel con el que yo hablaba contestó: "Te voy a enseñar lo que son. Estos son los que el Señor mandó a rodar por la tierra y ellos respondieron al Ángel del Señor…".

Estas son sólo algunas de las muchas incursiones de ángeles que podemos encontrar en el Antiguo Testamento que no nombramos en su totalidad por ser muy numerosas.

San Gabriel anuncia el nacimiento de Juan El Bautista. Un ángel se le apareció a Zacarías diciéndole que no temiera y que sus oraciones habían sido escuchadas y que su esposa tendría un hijo al que se le llamaría Juan, y que estaría lleno del Espíritu Santo.

El Arcángel Gabriel anunció a María con estas palabras:" ¡Dios te Salve, Oh, llena eres de gracia! El Señor es contigo… No temas María, pues has hallado gracia delante de Dios y concebirás y darás a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús, será grande y se llamará Hijo del Altísimo". El mismo ángel aclara las cosas a José, ignorante de la concepción virginal de Jesús.

Se mencionan ángeles presentes en el nacimiento de Jesús. Un ángel resplandeciente les dijo: "Vengo a anunciarles una nueva, que será motivo de alegría para todo el pueblo…"; en ese momento los pastores escucharon numerosos coros celestiales que entonaban un canto de triunfo: "Gloria a Dios en las Alturas y paz a los hombres de buena voluntad".

Un ángel salva al niño Jesús después de la adoración de los Magos. Después de que los Magos partieron de Belén, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto". El mismo ángel hace que la Sagrada Familia regrese de Egipto a Nazaret.

Unos ángeles acuden en ayuda de Jesús cuando se encuentra en el desierto. Satanás reta a Jesús en una visión diciéndole: "Dios ha mandado a sus ángeles que te guarden y sostengan con sus manos, para que tu pie no tropiece contra las piedras". Jesús replicó: "También está escrito, no tentarás al Señor tu Dios". y después de que hubo lanzado a Satanás diciéndole: "Adorarás al Señor tu Dios y a Él sólo servirás", entonces huyó el demonio y he aquí que se acercaron los ángeles del Señor y lo servían.

El ángel se aparece en el estanque de Betesda: "El ángel del Señor descendía al estanque de vez en cuando, agitaba el agua y el enfermo que entrara primero al estanque, quedaba curado de cualquier enfermedad".

Se dice que apareció un ángel reconfortando a Jesús en su agonía en el Huerto de Getsemaní.

También está escrito de la presencia de un ángel en el momento de la Resurrección de Jesucristo. "Una vez enterrado Jesús en el sepulcro, en un instante se sintió un terremoto y un ángel, bajado del cielo, removió la piedra y se sentó en ella; su rostro resplandecía como el relámpago". También se habla de dos ángeles presentes en la Ascensión de Jesucristo. "Después de haber hablado el Señor a sus Apóstoles, se fue con ellos al monte de los olivos y alzando sus manos para dar la bendición, comenzó a elevarse y se ocultó tras una nube. Estando los Apóstoles viendo hacia arriba, se les aparecieron dos ángeles vestidos de blanco que les dijeron: 'varones de Galilea, ¿por qué están mirando a lo alto? Ese Jesús que acaba de separarse de ustedes ha subido al cielo…".

Se cuenta de un ángel que se le aparece a Felipe el Apóstol. El Ángel del Señor habló así a Felipe: "Anda hacia el Sur por el camino de Jerusalén que baja hacia Gasa…".También Pedro menciona a un ángel que se le acercó y le dijo que bautizara a Cornelio, un militar romano que era aceptado por Dios. Y Pedro contesta al final que reconoce que Dios no hace acepción de personas sino que acepta a todo aquel que lo honra y obra justamente. En otra ocasión, estando Pedro encadenado, un ángel se le apareció, rompió sus cadenas y abrió las puertas de la prisión.

Se habla en el Apocalipsis de muchas intervenciones de los ángeles, ya sea para salvar a la tierra o para castigarla. Menciona ángeles que están de pie en las cuatro esquinas de la tierra, ángeles que despiertan plagas, ángeles que abren sellos, ángeles que custodian a los hijos de Dios.

Además de los anotados versículos angelicales del Nuevo Testamento, se podrían también mencionar las intervenciones que sobre la vida católica tuvieron muchos seres como Santa Cecilia, en la que le pide a Dios hacerla ver un ángel. A Santa Mónica quien vio llegar un ángel resplandeciente de luz que le sonreía y que le replicó: "No temas, donde tú estás, también Él estará". O a San Agustín que escribió:"Dios se compadeció de él y le mandó un ángel que le instruyera y le desengañara". Se cuenta que a San Gregorio de Tours se le apareció un ángel y le dijo que curara a su padre con la misma técnica que el Arcángel Rafael había ocupado con Tobías.

A San Gregorio Magno mandóle el Arcángel San Miguel, Capitán de las Milicias de Cristo y de la Virgen que hiciera un luto por una peste horrorosa que no dejó un solo hogar sin víctimas. También fue San Gregorio quien vio en la cumbre del muelle de Adriano al Arcángel San Miguel, quien metía en la vaina la espada sangrienta, y vio a la Virgen dando órdenes al Arcángel exterminador.

Ya más cercano a las épocas actuales, los ángeles ayudan a trabajar a San Isidro Labrador (1170). Se aparece San Miguel Arcángel a Juana de Arco para instruirla en la batalla y es quien lo nombra Patrono de Francia; se menciona que ella era 'fuerte con la luz del ángel'. También se aparecen ángeles a Santa Teresa de Jesús, a San Francisco Regis, a San Juan Bosco, al Papa San León XIII, a San Juan de Dios, etc.

Pero no solamente a los llamados santos o beatos se les han aparecido los ángeles. También de esto hay muchos testimonios personales relativos a las acciones de los ángeles hoy en día. No cabe duda que la historia ilumina el presente y nos ayuda a comprender el problema de los ángeles en el mundo el día de hoy. En estos momentos de una nueva cultura se alienta una espiritualidad desencarnada que nos recuerda algunas tendencias heréticas por volverse fanáticas y controversia-les. Lo que sí es cierto es que los ángeles se han presentado para ayudar con múltiples funciones y aspectos; y es claro que ellos no intervienen jamás a menos que se les pida ayuda adecuadamente. Si no estás cerca de la plenitud de tu propia espiritualidad y haz logrado un vínculo, será difícil que ellos se acerquen a ti, mas una cosa es cierta: a los ángeles se les habla con el corazón y con la ayuda de Dios, ellos entran en ti, en tu casa, en tu ambiente con el simple deseo de que esto sea, y es una fatalidad el pensar o creer que es necesario hacer rituales específicos, fórmulas mágicas o invocaciones para invitarlos a entrar a tu casa, ya que esta situación solamente es necesaria para los ángeles caídos y los seres de la oscuridad, los cuales, por mandato divino, sí requiere ser invitados a tu vida para hacerse copartícipes de ella y terminar siendo los dueños de la existencia de aquellos que los invocan.

Podemos encontrar los análisis que los Papas Pío XII y Juan XXIII hacen como conclusión a quienes son los ángeles y en qué se ocupan. Ellos mencionan que los ángeles son compañeros celestiales que Dios Padre nos ha dado a los humanos para que no sucumbamos ante los enemigos que nos acechan. Seres gloriosos, puros y espléndidos, compañeros de camino y encargados de velar cuidadosamente sobre nosotros para que no nos apartemos del camino. Son nuestros futuros compañeros de una eternidad feliz, a los que hay que aprender a conocer y a tratar desde ahora. Buenos consejeros que interceden por nosotros ante Dios, ante Jesús y ante todos los Maestros. Que son ejecutores de los designios de la Providencia, mensajeros seguros y rápidos, héroes poderosos y ejecutores de las órdenes divinas, atentos a la voz de Dios. Abogados de los hombres cercanos a Dios y al mismo tiempo, ministros de Dios cercanos a los hombres. Ellos tienen un papel que cumplir en la vida cotidiana de los seres humanos. Están activos a nuestro lado estimulando nuestras almas cuando hacemos esfuerzos para elevarnos cada vez más alto. Se empeñan en nuestra salvación con solicitud constante.

Debemos reconocer que cada uno de nosotros tiene un Ángel de la Guarda, que podemos conversar con él y con los ángeles de los demás. Hemos de considerar y saber que no debemos tener un culto hacia ellos, sino una amistad sincera para caminar juntos por la misma vereda. Debemos tomar en cuenta siempre, que nuestro amor y acercamiento a los ángeles es desinteresado y nos lleva a la devoción a su Reina, la Madre María, y que junto con ellos, cantaremos a Dios y lucharemos por la Victoria de la Luz en los hijos de Dios.

Hermandad de La Luz de San Miguel Arcángel.